Una nueva técnica de fertilización in vitro desarrollada por un laboratorio logró duplicar la tasa de implantación de embriones fecundados en el útero materno, pasando del promedio mundial de éxito de 30 por ciento hasta un prometedor 60.
El método analiza, en 24 horas, todos los cromosomas del embrión y detecta las anomalías que pueden dificultar su desarrollo y desencadenar enfermedades genéticas.
Esta técnica de diagnóstico genético preimplantacional obtiene una célula del embrión en su tercer día de formación -en ese momento tiene entre seis y ocho células- y descarta los embriones anormales, porque tienen exceso o defecto de cromosomas, ya que éstos dan lugar a embarazos fallidos o a niños con enfermedades genéticas cromosómicas como la fibrosis quística y el síndrome de Down.
Estos métodos detectan anomalías cromosómicas, pero no analizan los caracteres del embrión, que contienen información sobre las características del futuro bebé.
Asimismo, este método permite "valorar todos los cromosomas de forma rápida y automatizada, frente a la otra técnica existente que obliga a analizar en el microscopio cromosoma por cromosoma lo que es largo y tedioso".
La técnica llamada Comparative Genome Hybridization (CGH), logra que el 78 % de embarazos lleguen a término.
Mabel Garrido
S.1
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