Embarazo en la adolescencia: Costos fisicos y emocionales

Este fenómeno social, interrumpe y desequilibra el desarrollo biológico, sicológico y social de las jóvenes, interfiriendo también en la dinámica relacional en el que está inserta, con su familia, su pareja, sus pares y con su entorno.
Biológicamente una niña de 14 años no está preparada para ser madre, por la fuerte demanda de nutrientes, minerales y vitaminas que requiere su cuerpo para el crecimiento. El estado nutricional materno influye sobre el crecimiento fetal y sobre el peso al nacer. Esto se traduce en una problemática cultural. Lo más probable es que si uno le pregunta a la madre, a la abuela y a la bisabuela de la niña también deben haber sido adolescentes embarazadas. Eso se llama “Transferencia Inter-generacional de la Fecundidad”. Es un fenómeno que consiste en que culturalmente, de forma intrafamiliar o social, el embarazo adolescente pasa a ser parte de la cultura de la familia y no es rechazado. Por otra parte, la fecundidad y el embarazo en la adolescencia obedecen a dos grandes factores: a los proyectos de vida y a la autoestima. Las personas que tienen educación, que tienen mejor acceso a los medios de comunicación, y que tienen un promedio de vida más alto, los hijos quieren ser como sus padres, y por tanto generan proyectos de vida. El embarazo adolescente produce un cambio tan grande, que de alguna manera quiebra esos proyectos. El otro tema es la autoestima. En una familia donde se quieren y se comunican intensamente, la persona tiende a protegerse y cuidarse más. Asimismo, se ha detectado como una tendencia que el segmento de mujeres adolescentes, incluso sub 15, son las que mantienen la tasa de fecundidad del país, pues las mayores de 25 no están teniendo hijos, -cada vez postergan más la maternidad-, y entre 15 y 24 años no han variado mayormente los nacimientos.

http://www.terra.cl/zonamujer/index.cfm?id_cat=2007&id_reg=1209285

Beryl Riquelme

S.2