La dieta mediterránea tradicional no restringida en calorías y enriquecida con frutos secos, elevados en grasa poliinsaturada es una herramienta útil en el control del síndrome metabólico (control de la obesidad, colesterol, presión alta y niveles anormales de glucosa, entre otros.).
Este tipo de alimentación es rica en vegetales, pescado y grasas saludables, como las del aceite de oliva; y baja en carne roja y alcohol..Una porción diaria de frutos secos ayudó a un grupo de personas mayores a controlar el síndrome metabólico
1.224 personas de España fueron observadas, las edades variaban entre 50 y 80 años los cuales tenían un alto riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca. A un grupo le asignaron una dieta baja en grasa y otros dos con dieta mediterránea.
Un grupo con dieta mediterránea consumió
Al comienzo 2/3 de las personas padecía de síndrome metabólico, luego de un año se redujo en un 14% entre las personas que consumieron frutos secos, un 7% los que consumieron aceite de oliva y un 20% los que tenían una dieta baja en grasa.
Los frutos secos contienen nutrientes beneficiosos, como fibra, arginina, potasio, calcio y magnesio, así como también un alto nivel de grasas insaturadas similares a las del aceite de oliva.
Camila Altamirano
S.1
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