Una guerra nuclear, una plaga, un desastre natural o cualquier otra catástrofe podrían arrasar las plantaciones que nos alimentan y provocar terribles hambrunas. Si llega ese momento, necesitaremos muestras de reserva que hayan quedado a buen recaudo, de las que tendríamos que echar mano para reanudar las actividades agrícolas. Noruega parece haber hallado, entre sus desoladas tierras del Ártico, el refugio ideal, llamado Cámara Global de Semillas de Svalbard.
El diseño de la instalación asegurará que las semillas permanezcan bien preservadas incluso si fuerzas como el cambio climático elevan las temperaturas afuera. La capacidad maxima es de 4,5 millones de semillas.
El cambio climático es un desafío que no tiene precedentes históricos. Los bancos de semillas contienen el recurso absolutamente esencial para permitir que los cultivos y la agricultura se adapten al cambio climático.
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/12/27/ciencia/1198757521.html
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