Enterobacter sakazakii es un microorganismo patógeno detectado en diferentes alimentos, pero sólo fórmulas de leches infantiles han sido asociadas a los brotes de enterocolitis necrotizante. Existen al menos dos vías de contaminación: contaminación ambiental durante la producción y externa, durante la preparación y reconstitución de la fórmula (mala higiene y utensilios sucios).
Posee baja incidencia (2% a 5%) y tiene tasas de mortalidad muy elevadas en lactantes menores de 5 meses y prematuros. Las manifestaciones clínicas de la infección son meningitis, septicemia, enterocolitis necrotizante, infección respiratoria aguda, enfermedad digestiva e infecciones superficiales de heridas, entre otras. Además, los pacientes sobrevivientes de meningitis suelen quedar con severos cuadros neurológicos.
Los lactantes menores de un año son el grupo de mayor riesgo, por: la inmunodeficiencia propia de la inmadurez del sistema inmune, la carencia de flora intestinal normal que proteja los nichos en el intestino y la reducción de la lactancia materna que debiera entregarse mínimo hasta los seis meses de vida.
Para prevenir es recomendable, en población prematura o lactantes de riesgo, la alimentación con lactancia materna exclusiva y las personas que preparan las fórmulas, además de una óptima higiene, seguir estrictamente las instrucciones del fabricante.
Posee baja incidencia (2% a 5%) y tiene tasas de mortalidad muy elevadas en lactantes menores de 5 meses y prematuros. Las manifestaciones clínicas de la infección son meningitis, septicemia, enterocolitis necrotizante, infección respiratoria aguda, enfermedad digestiva e infecciones superficiales de heridas, entre otras. Además, los pacientes sobrevivientes de meningitis suelen quedar con severos cuadros neurológicos.
Los lactantes menores de un año son el grupo de mayor riesgo, por: la inmunodeficiencia propia de la inmadurez del sistema inmune, la carencia de flora intestinal normal que proteja los nichos en el intestino y la reducción de la lactancia materna que debiera entregarse mínimo hasta los seis meses de vida.
Para prevenir es recomendable, en población prematura o lactantes de riesgo, la alimentación con lactancia materna exclusiva y las personas que preparan las fórmulas, además de una óptima higiene, seguir estrictamente las instrucciones del fabricante.
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