La enfermedad PICA

Es un trastorno de la ingestión y de la conducta alimentaria.

Conocido como una variante de un tipo de trastorno alimentario en el que existe un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales como tierra, tiza, almidón, pegamento, cenizas de cigarro, insectos, papel o cualquier otra sustancia que no tiene en apariencia ningún valor alimenticio.

Según estudios epidemiológicos, la pica (llevarse a la boca y lamer sustancias incomestibles) se considera anómalo a partir de los 18 - 24 meses de edad.

La pica afecta sobretodo a niños, normales y desnutridos, mujeres embarazadas, personas con discapacidad mental, niños autistas, personas que padecen trastornos mentales.

Algunos de los términos usados:

Coprofagia: ingestión de excrementos (frecuentes en pacientes psiquiatricos y con IQ bajo)

Geofagia: ingestión de tierra

Mucofagia: ingestión de mocos

Pagofagia: ingestión de hielo (relacionado con la falta de hierro)

Tricofagia: ingestión de cabello o lana (síndrome de Rapunzel, masa de pelo que se queda anclada en el estomago y que se proyecta al intestino delgado)

Los factores de riesgo mas importantes a tener en cuenta son: la pobreza, el abandono y la falta de supervisión de padres en niños y discapacitados.

Kamikazes de la tercera edad

Un grupo de 200 ingenieros japoneses retirados se han ofrecido voluntariamente para operar la planta nuclear Fukushima. Tienen la convicción de que deben ser ellos y no los jóvenes, quienes se expongan al riesgo de la radiación nuclear.

Muchos de los operadores que trabajan en la planta son jóvenes, mientras que los pensionistas aseguran que corren menos riesgos de desarrollar cáncer porque están en el ultimo tramo de su vida.

Todos los integrantes al cuerpo de veteranos especializados, como se hacen llamar, son mayores de 60 años y , por lo que aseguran que si la radiación los afectara, el cancer tardaría entre 20 a 30 años en aparecer y generar un daño.

Hallan origen de bacteria E. coli en Alemania

Semillas germinadas son el origen de la epidemia de contagios en Alemania con la agresiva bacteria E.coli.
Si bien, aún no se logra obtener una prueba definitiva respecto a dicho resultado, los análisis de las vías de distribución de los germinados de soya y frijol en diversos restaurantes en Alemania conllevan a esa conclusión.

Las autoridades alemanas, que desde principios de mayo pasado (2011) registraron un total de 2 mil 800 infecciones con dicha bacteria, cancelaron por otra parte el llamado de alerta respecto al consumo de tomates, lechuga y pepinos, que en un principio se consideraron focos de infección.

La agresiva bacteria E. coli, que puede ocasionar el grave síndrome hemolítico urémico (SHU) y diarrea hemorrágica, ha cobrado hasta ahora la vida de 29 personas en Alemania, y una más en Suecia.
Expertos han realizado sondeos entre cinco grupos de pacientes, y anotaron que de 112 participantes, 19 de ellos enfermaron por efectos de contagio con el brote E. coli.

La hipótesis casi 100 por ciento segura se obtuvo tomando como base diversos documentos, tales como facturas de restaurantes y listas de pedidos de empresas de gastronomía, así como entrevistas con cocineros y análisis de fotos de pacientes.

De acuerdo con el Instituto Robert Koch, quien esta llevando dicha investigación, declara que los clientes que consumieron germinados presentaron un riesgo nueve veces mayor al que se detectó en aquellos que no comieron ese alimento.

El reciente estudio y el rastreo de entregas de pedidos de alimentos dan indicios sobre la participación de la granja de Baja Sajonia, que repartió los germinados a diversos restaurantes y cafeterías, que habían visitado personas que se contagiaron con E.coli.

Los ciudadanos europeos se mostraron reservados desde hace varias semanas respecto al consumo de tomates, pepinos y lechuga, los alimentos que las autoridades en Alemania catalogaron en un principio como posibles focos de contagio.

Las autoridades han dicho que esta epidemia, que ocasionó el grave síndrome SHU en 720 pacientes, se superará en algunas semanas, ya que dichos brotes de contagio no se prolongan ni medio año o más.