Las emisiones radioactivas de la central japonesa "son ya muy importantes, y continúan, por lo que Japón tendrá que administrar duraderamente las consecuencias", que durarán "decenas y decenas de años".
Dada la amplitud de estas emisiones, alrededor de la central, "los depósitos de partículas radiactivas en el suelo serán importantes", previno Jean-Luc Godet, responsable de la dirección de irradiaciaciones ionizantes y de la salud (ASN).
"Teniendo en cuenta la meteorología, es probable que la contaminación haya llegado más allá, hasta un centenar de kilómetros", según
El gobierno japonés prohibió la venta de leche y dos tipos de verduras producidos en las cuatro prefecturas próximas a la central de Fukushima, debido a un nivel anormalmente alto de radiactividad.
Trazas de yodo radiactivo y cesio también se encontraron en el agua corriente en Tokio y sus alrededores, aunque en proporciones inferiores a los límites legales.